jueves, noviembre 02, 2006

Huellas

Una noche, tuve un sueño.

Soñé que caminaba junto con Dios sobre la playa.

A través del firmamento se dibujaban escenas de mi vida.

A lo largo, noté que había dos pares de pisadas en la arena;
un par pertenecía a mi y la otra al Señor.

Cuando en la última escena de mi vida,
mire hacia atrás para ver las pisadas en la arena,
había solamente un par de pisadas.

Noté que esto había sucedido durante la época más dura y triste de mi vida.

Entonces pregunte a Dios:
"Señor, tu me dijiste que una vez que hubiera yo decidido seguirte,
caminarías junto a mi para toda la vida.

Pero he notado que durante los momentos mas difíciles y desesperados de mi vida; hay solamente un par de pisadas. No comprendo por que precisamente cuando mas te necesitaba, me has abandonado"

El Señor me contestó:

"Hijo mío, yo te quiero demasiado, no sabes cuanto, nunca te abandonaría, y en los tiempos de prueba y dolor, cuando tú viste solamente un par de pisadas era porque entonces, yo te llevaba en mis brazos".

Despues de escuchar su respuesta me dio la seguridad de seguir adelante...

2 Comments:

Blogger Roxi said...

Hola Tomaz!
¿qué tal anduvo tu cumple?
Felicidades atrasadas
Oye esto que publicas, lo había leído por que mi mamá que es súper creyente me lo regaló un día que estaba bajponeada. Yo creo a ratos, tengo todo un conflicto con la fe, pero ese día, igual que hoy, me hizo bien leerlo.
Saludos!

jueves, noviembre 02, 2006 3:49:00 p. m.  
Blogger pendejo odioso! said...

aah esa historia si la habia escuchado.

es bastante fuerte..pero cmo q deja el pecho inflado...y te da tranqilidad!

saludos

pendejo odioso!

jueves, noviembre 09, 2006 11:47:00 a. m.  

Publicar un comentario

<< Home